7 de Diciembre, en medio como el jueves

Hoy es viernes 7 de diciembre, soy una de los cuatro pringados que curramos hoy y la verdad es un horror.

Me he levantado tarde, salgo a la calle, con las prisas correspondientes, y había una niebla infernal, vamos que Toledo parecía Londres.

Viendo menos que Pepe Leches, he cogido el coche y con los cuatro antinieblas puestos, y porque no había más que si no también los pongo, me he dirigido a la estación de tren, allí ha sido super curiosa la situación, cuando he salido del coche no se veía a nadie en los trenes ni fuera de la estación y, he dicho: "ay madre, a que han hecho huelga? Lo que me faltaba". Pero me he adentrado en la estación, entre la espesa niebla y ya he visto que sí había gente, 4 gatos, pero también cuentan, que yo era el quinto. Un vez en el tren, bueno creo que con un único coche, dos a lo sumo, habría bastado para venir a Madrid, os podéis hacer una idea de lo llenos que iban los coches. Bueno, pues no me he podido dormir y, eso que he puesto todos mis sentidos concentrados para conseguirlo, pero nada.

Una vez en Atocha, no había ni la cuarta parte de la gente que suele haber, por lo menos en los andenes 1 y 2, y en general en toda la estación, vamos que no he tenido que empujar a nadie para coger el cercanías y el metro, es más he podido ir hasta sentada en ambos, que ya es un logro.

Pensándolo mejor, tampoco está tan mal venir a trabajar días como éstos, ya que nadie te molesta, jejeje, me dejo de tonterías, que en la cama se está mejor.